viernes, 29 de agosto de 2008

Estructuras importantes para una buena salud pelviana II

Como comenté en el anterior artículo, voy a intentar explicaros qué problemas se dan después del parto en las distintas estructuras de la pelvis.

Para empezar las vísceras cambian de tamaño, posición y peso; es decir, cuando el bebe se encuentra en el útero, éste pesa mucho más, necesita más espacio y todo cambia de posición y capacidad.

Los músculos que sujetan a las vísceras tienen que aguantar mucho más peso y se dañan y se estiran demasiado en el parto, por lo que dejan por lo menos por un tiempo de realizar la acción tan bien como la realizaba. Los músculos abdominales se estiran de la misma manera debido al crecimiento de la barriga, por lo que el problema es el mismo.

Los ligamentos tienen que sujetar mucho más peso que antes del embarazo, sufriendo daños. De la misma manera que la fascia situada sobre las vísceras también “sufre” el crecimiento de la barriga de la madre.

Sólo hay una cosa que queda “intacta” durante esta etapa: El Sistema Hormonal.

Aunque muchas mujeres tras el parto tienen problemas de incontinencia urinaria, en muchos casos se quita después de un tiempo; el cuerpo en ese momento es joven y con el tiempo las estructuras pueden mejoran su estado, pero nunca vuelven a su estado anterior al embarazo y parto.

Con el tiempo las dos cosas que teníamos a nuestro favor: las hormonas y la juventud también fracasan con la menopausia; en ese momento es cuando muchas mujeres sufren graves problemas de incontinencia, prolapsos, etc.

Eso sí, en la sociedad actual seguimos siendo jóvenes en la menopausia y aunque nuestras estructuras pélvicas y hormonas no nos acompañen, queremos seguir haciendo una vida social: divertirnos, salir, viajar; sin depender de las compresas o teniendo un baño cerca.

Por ello quiero que sepas que este problema tiene solución, sin pasar por el quirófano.

martes, 26 de agosto de 2008

Estructuras importantes para una buena salud pelviana I


Como prometí antes de irme de vacaciones, a la vuelta seguiría subiendo artículos que tengo preparados.

Vamos a empezar por hablar de las estructuras de la pelvis, imprescindible conocerlas para saber por qué se daña esta zona del cuerpo y más tarde, explicar cómo se puede recuperar. Dada la importancia voy a partir este artículo en dos episodios.

Para entender por qué tenemos un problema de incontinencia urinaria, prolapso, dolor pélvico, etc… de una manera adecuada tenemos que entender cómo es nuestra pelvis por dentro, qué estructuras la forman y que problemas pueden tener estas estructuras para que nos produzcan estos problemas.

La pelvis la forman huesos, músculos, tendones, vísceras, fascias, etc… Nos vamos a centrar en las cuatro últimas para poder entender realmente lo que ocurre en nuestro interior para llegar a no controlar el pipi o para que nos desciendan los órganos de la pelvis; o como se dice coloquialmente “se nos caiga la matriz”.

Para comenzar diremos que en la pelvis encontramos la vagina, la vejiga y el recto. Todas estas vísceras cuentan gran variedad de conductos y estructuras que forman los tres aparatos vitales que aquí encontramos (reproductor, urinario y excretor).

Las vísceras están apoyadas sobre unos músculos a los que llamamos “Suelo Pélvico”; esta estructura sujeta a las vísceras a modo de cama elástica. También contamos con unos músculos dentro de la musculatura abdominal que ayudan al Suelo Pélvico en su trabajo.

Por otra parte encontramos a los ligamentos; estos sujetan a las vísceras desde arriba, a modo de una cuerda que tira de ellas para que no caigan; y por otro lado se encuentra las fascias. Éstas son unas telas que recubren las vísceras y sirven de unión entre las vísceras y los músculos, ligamentos y diafragma.

Como podemos observar la naturaleza es sabia y nos ha proporcionado muchas formas para sujetar nuestras vísceras de la pelvis, aunque todo se modifica durante el embarazo y el parto. Para ello, en el próximo artículo, comentaremos paso a paso que problemas se pueden producir en cada estructura que nos ayudan a no tener problemas durante el parto.